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Newell's jugó mejor en la primera etapa, pero se fue perdiendo, por esas cosas que tiene el fútbol. Lolo Miranda marcó casi al término de la primera parte, cuando antes todo había sido todo de La Lepra. El visitante fue más, jugó todo el tiempo contra la última línea de los de Avellaneda, al filo de la navaja, y por milagro no se había puesto en ventaja. De la mano de los experimentados Pérez y Rodríguez, La Lepra se había destacado por el orden defensivo y la rapidez para salir de contra.
Fue Palacios, el ex Independiente que quebró el offside y picó al vacío para quedar mano a mano con el arquero, definió por arriba, la pelota pegó en el travesaño y picó cerca de la línea. Lema ganó de cabeza arriba, y Arias sacó de forma increíble. También Leal y otra vez Palacios tuvieron nuevos encuentros con el chileno, pero no pudieron hacer pie para intentar definir. Racing era una pila de nervios, no lograba hacerse del balón, sufría en defensa y generaba poco en ataque.
Pero el fútbol tiene esas cosas, a veces no hace falta jugar mejor para marcar diferencias. Pillud y Montoya armaron una buena jugada por derecha, desbordaron a Víttolo, llegó el centro atrás que Licha López dejó pasar para el ingreso de Miranda, que desde el borde del área le explotó las manos a Aguerre para marcar el primero y marcar diferencias.
En la segunda mitad, La Lepra salió más adelantado y Racing esperando. El partido se prestaba propicio para atacar a un equipo local que nunca mostró seguridades en el fondo y así lo hizo el equipo de Kudelka. Sin embargo el tanto llegó desde una jugada de contra en la que Racing realizó un corner, el rebote le quedó largo a Palacios, que la alargó y enfrentó a Arias y definió de derecha. El resultado era justo. Pero Newell's fue por más y Leal tuvo otra para ponerse en ventaja, pero se fue apenas desviado.
Ahí Racing reaccionó, y fue en busca de torcer el rumbo sin demasiada claridad. Y el rojinegro volvió a tener otra chance, que esta vez el intratable Palacios <la figura de la cancha> dilapidó. A pocos minutos de finalizar, ingresó Garré, el nieto del Mago, aquel jugador de Ferro de la década del 80'. Tuvo varias jugadas destacadas y casi vence a Aguerre que salvó con un manotazo notable. Fue empate, pudo ser para cualquiera de los dos, pero la igualdad fue el resultado más justo, por lo exhibido por cada uno durante el emotivo encuentro.
Lo más destacable es que Newell's revirtió aquella racha adversa en la que no podía sacar puntos de visitante, que se prolongó por casi más de un año. Gana de local, y cuando sale de casa no pierde. De a poco se alejó de la zona de descenso y armó un plantel muy competitivo. Hoy lo pudo ganar, le faltó sólo algo de puntería y astucia, estuvo más cerca, pero enfrente tuvo nada menos que al equipo que menos perdió en la Superliga.
