Rosario Central abrochó de palabra la llegada del arquero Jorge Broun, acordó con el jugador y con Gimnasia y Esgrima de La Plata, precio y forma de pago, pero, pequeño detalle, aún abonó lo estipulado, por eso Fatura está todavía en la ciudad de las diagonales, a la espera de un llamado que tiene que acercarse a la sede de El Lobo para firmar la desvinculación.
El Canalla atraviesa graves problemas financieros, eso no es novedad. Como la mayoría de los clubes, vio resentida su recaudación durante la pandemia y arrastra además un déficit enorme, que lo pone entre los cinco equipos de primera división con más deudas en el fútbol argentino. A diferencia de otros cl clubes que lo anteceden en ese listado, no tiene un plantel millonario en dólares que lo respalde.
Al punto que desmembró el equipo que tenía Diego Cocca y junto al ex entrenador se fueron todos jugadores de sueldos altos, se devolvió a otros a sus clubes de origen, no se renovaron contratos y se quedó con los pibes y un puñado de profesionales. Ahora, en la necesidad de traer refuerzos para el Kily, teniendo en cuenta que ya se jugará por el promedio, son enormes las dificultades para conseguir financiamiento.
Así las cosas, pena por conseguir los dólares que le permitan traer a Fatu a Rosario, y busca "refuerzos" en categorías inferiores, algunos suplentes de equipos grandes, y jugadores de menor valía. La ingeniería económica hace esfuerzos, falta una semana para el comienzo del torneo y por ahora, el único jugador a las órdenes del entrenador es Ruben. Ni siquiera logró efectuar la desvinculación de Jhonatan Bottinelli, que pretende cobrar todo su contrato para abandonar la institución.
Cristian González necesita al menos dos zagueros centrales y un delantero más para poner un equipo digno en cancha, viene del papelón ante Boca Unidos por Copa Argentina y el futuro futbolístico está en juego. Broun tiene armadas las valijas, está todo acordado, pero por ahora, la plata no aparece.
