Se trata de dosis fabricadas en Estados Unidos que Joseph Biden había decidido donar a México y Canadá ya que aún no se autorizó su aplicación contra el COVID-19 en el país. De esta manera, Alberto Fernández comentó la decisión de Biden en la intimidad de Olivos y señaló “No quiero una donación. Las quiero comprar”.
La razón es que AstraZeneca tiene en West Chester Ohio y Baltimore depósitos con más de 50 millones de dosis que se pueden utilizar pero que no fueron distribuidas en Estados Unidos porque esperan el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos para la aplicación masiva en el país.
Además, el gobierno de Biden privilegió la distribución de las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson, pero no autorizó la exportación de las millones de dosis de AstraZeneca que se fabrican en su territorio y no se utilizan.
Es así que Estados Unidos anunció la donación de 2.5 millones de dosis para México y 1.5 millones de dosis para Canadá de las vacunas de AstraZeneca de las cuales todavía quedan millones en los depósitos de Ohio y Baltimore.
Asimismo, el Presidente de los Estados Unidos podría multiplicar las donaciones en toda la región como hizo con México y Canadá puesto que busca aliados pero Argentina prefiere comprar las vacunas por lo que se tratará de una larga negociación.