La campaña política no comenzó, al menos así lo establece la normativa nacional, por lo tanto, la colocación de cartelería afín no está habilitada, sin embargo, hecha la ley hecha la trampa y los políticos, sí, aquellos que elaboran las normas, que se supone debería ser la primera en cumplir la normativa vigente agudizan el ingenio para evadir lo normado.
Así, desde hace un tiempo, las calles de Rosario tienen fotos de funcionarios con algunos slogan, sin decir que cargo ocupan ni al que aspiran. Los altos costos de campaña se dan de bruces con la realidad económica que vive el resto de la sociedad. Sin tapujos, los políticos compran carísimos espacios publicitarios para mostrarse, en momentos en que no está permitido.
Además, una de las principales empresas de cartelería callejera, que tiene más del 50% del mercado publicitario local, pertenece a un reconocido multimedios, por lo tanto, su utilización no es criticada por ninguno de los tantos canales comunicativos que le pertenecen. Así, con políticos que infringen normas y sin medios que por conveniencia lo puedan señalar, se evade de manera fragrante lo dispuesto por la ley electoral, como en general todos lo hacen, nadie reclama el cumplimiento.
