La vacuna contra la gripe podría proteger de algunos efectos graves del COVID-19, según sugiere un estudio que analiza datos de pacientes de todo el mundo e indica que los no vacunados tienen hasta un 20% más de probabilidades de ingresar en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Estar vacunado contra la gripe antes de haber contraído COVID-19 reduce el riesgo de ictus, sepsis y trombosis venosa profunda, señala la investigación presentada en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas.
El estudio, que analizó los datos de dos grupos, indica que los no vacunados contra la gripe tenían una probabilidad “significativamente mayor”, de hasta un 20%, de ser ingresados en la UCI.
Además, eran significativamente más propensos a visitar el servicio de urgencias (hasta un 58% más), a desarrollar sepsis (hasta un 45% más) o a sufrir un accidente cerebrovascular (58%) o una trombosis venosa profunda (40%).
El riesgo de muerte, sin embargo, no se redujo, y el equipo de investigadores destacó que la vacuna contra la gripe no sustituye “en absoluto” a las de la COVID-19.