El Gobierno de Austria amplió hoy el margen etario de la disposición y agregó penalidades económicas para quienes se resistan a inocularse. Tras haber anunciado el 19 de noviembre la obligatoriedad de la inmunización a partir de febrero próximo. Austria fue el primer país en la Unión Europea (UE) en disponer la vacuna obligatoria y abrió la puerta a que países como Alemania pongan la medida en consideración.
El Ejecutivo conservador-ecologista justificó esta medida como la única opción para proteger a la sociedad y evitar continuos confinamientos contra la pandemia.
El ministro de Salud, Wolfgang Mückstein, explicó que una vez pasado el periodo de revisión legal de cuatro semanas, el plan es debatir y aprobar la ley en el Parlamento para que entre en vigor a principios de febrero.
Cada tres meses se establecerán citas de vacunación a las que estarán convocados todos los ciudadanos no inoculados.
Para aquellos que no lo hagan, se iniciaría un proceso que puede terminar con una sanción de hasta 3.600 euros, aunque el importe se ajustará al nivel de ingresos de la persona afectada.
Este domingo el país pondrá fin a confinamiento impuesto en noviembre, pero indicó que las restricciones se mantendrán para los no vacunados.
Al respecto, el canciller Karl Nehammer subrayó ayer que las personas no vacunadas podrán poner fin a sus encierros inmediatamente después de recibir la inyección
Austria fue en noviembre uno de los países europeos más afectados por la pandemia, con una incidencia en siete días superior a los 1.000 casos por cada 100.00 habitantes.
Ahora, a pocos días de reabrir las actividades no esenciales, incluyendo en algunas regiones hoteles y restaurantes, la incidencia se encuentra en 482 casos.
"No se puede ir de confinamiento en confinamiento. Necesitamos la solidaridad de todo el mundo para poder enfrentar este enorme desafío", declaró la ministra para la Constitución, la conservadora Karoline Edtstadler.
Aseguró que esta medida es "el último recurso" y algo que nadie quería tener que aplicar pero también "el único camino" para asegurar la libertad que reclaman, justamente, quienes se oponen a la vacuna.