El DT de Rosario Central clama por la llegada de refuerzos para ampliar el escaso plantel con el que cuenta. Tras la salida de más de una docena de jugadores, la dirigencia auriazul se abocó a buscar traerle al técnico los puestos en los que pidió sumar jugadores. Un zaguero central zurdo, un volante central y un delantero pidió Somoza y podrían llegar dos a la brevedad.
Sin embargo, las condiciones físicas de los futbolistas que llegarán a Arroyito mucho distan de ser las pretendidas por el entrenador. La idea que lleguen y jueguen deberá aislarse de la mente del conductor auriazul. Por estas horas Central estará cerrando el arribo del volante Francis Mac Allister y el delantero Octavio Rivero.
El hijo del "Colorado", aquel jugador de Boca y la selección nacional de la década del 80' viene de Talleres, donde no tuvo minutos en el último semestre, más que nada por decisiones técnicas, ya que no acusaba lesiones. Rivero en cambio se rompió los ligamentos cruzados en septiembre, una dolencia que lleva entre 6 y 8 meses de recuperación, por lo tanto recién ahora volvería podría decirse "recuperado".
Las arcas del Canalla están flacas, en tesorería no hay recursos, por el contrario varias deudas y el dinero que llegará por la venta de Emanuel Ojeda a la U de Chile ya está comprometido. Por lo tanto, la secretaría técnica busca en el mercado jugadores libres que no supongan una erogación para el club de Arroyito. En esas condiciones, lo que traerá es lo poco que se consigue, no habrá que ilusionarse con que arribos sean "refuerzos".
