No importa cuando usted lector esté leyendo esta nota, como desde hace mucho tiempo, si que ninguna de las estrategias desplegadas haya dado resultado, la ciudad amaneció bajo una intensa humareda proveniente de las islas frente a Rosario.
La actividad agropecuaria desplegada en el humedal se ha convertido en una trampa mortal para el medioambiente y la salud de los rosarinos y varias localidades aledañas, ya que el sector realiza reiteradas quemas de pastizales con el fin de obtener nuevas pasturas frescas en menor tiempo para el engorde del ganado.
Marchas, denuncias, cortes de rutas, movilizaciones, proyectos legislativos, focos de detección temprana, refuerzos monetarios afectados a sofocar el humo, entredichos, funcionarios desplazados, muertos en rutas y caminos producto de la escasa visibilidad, nada es suficiente, el lobby agropecuario es mayor, y no cesa en su depredativo accionar, sin importarle nada el medio ambiente ni la salud de la población que debe respirar ese humo en forma constante.
