Durante las primeras semanas del año, aumentaron los casos de COVID en nuestro país y las salas de terapia intensiva empezaron a ocuparse.
“Se trata fundamentalmente de pacientes añosos, con muchas comorbilidades y un esquema de vacunación no actualizado”, comentó el médico intensivista Arnaldo Dubin en comunicación con la agencia NA.
Actualmente, en terapia intensiva, están atendiendo un número creciente de casos, cuya magnitud real es “imposible de cuantificar porque se realizan pocos testeos”, indicó. “Afortunadamente, creo que no vamos a revivir los tiempos de zozobra en la terapia intensiva”, agregó.