Al cumplir con la expropiación del inmueble, sancionada en julio de 2022 por diputados y senadores provinciales, se evitará el desalojo con el que amenazaban los propietarios. De todas formas, los estudiantes manifestaron que “hasta que no vean los papeles firmados no lo creen”, por lo que deciden seguir en alerta.
“Ante las noticias de un supuesto arreglo entre el gobierno provincial y los propietarios del edificio donde funciona nuestra escuela, desde el Centro de Estudiantes de la Guido y Spano queremos aclarar que, aunque reconocemos el compromiso de las autoridades provinciales de destinar los fondos necesarios para la expropiación, nos mantenemos en estado de alerta, intranquilos y a la espera de que las promesas se concreten”, expresó la comunidad educativa en un comunicado.
“Advertimos además que los plazos para que caiga la ley de expropiación siguen corriendo y vencen a fines de julio de este año. También queremos destacar que todos los avances conseguidos hasta ahora para lograr la expropiación son producto de la lucha organizada y unida de toda la comunidad educativa de la escuela”, agregaron.
