Rosario Central cayó ante Peñarol de Montevideo por 2 a 1 en la última fecha de su participación en la Copa Libertadores de América. Los goles del encuentro fueron señalados por Leonardo Fernández (2) y Agustín Módica, que había marcado la igualdad transitoria. El conjunto rosarino jugará el repechaje de la Copa Sudamericana.
Jugaron unos primeros '45 minutos de dientes apretados, como era de esperar, con predominio del local, que no le quiso regalar la iniciativa al conjunto de Russo. A pesar de la mayor tenencia Peñarol no marcaba diferencias frente a Broun, tampoco Central lograba arrimarse al arco contrario. Casi un juego de ajedrez, todas las piezas se movían de acuerdo a lo previsto.
Una gran jugada individual marcó la diferencia, el habilidoso volante Leonardo Fernández la recibió en el área, descaderó a Mallo, y miró el ángulo superior derecho de Broun, que fue a ese palo, pero el 8 lo fusiló al otro, para marcar el 1 a 0 con el que se fueron a los vestuarios.
En Central el mayor déficit fue la generación de juego, Lovera, Campaz y Malcorra no lograron asistir a un aislado Módica, que luchó y peleó cada pelota, presionó alto, pero no tuvo ninguna frente Aguerre. Russo estaba obligado a romper el doble 5, perdiendo y necesitando ganar ya no se justificaba no tener otro atacante en cancha, los riesgos eran altos, pero perder por mayor diferencia no cambiaba la ecuación.
El segundo tiempo también se jugó como una final, el elenco visitante salió a vender cara la derrota, comenzó a ganar la pelota y sin fútbol pero con ganas comenzó a arrinconar a su rival. Tras un par de disparos desde afuera y rebotes largos de Aguerre, Módica capturó uno y puso el empate transitorio.
Como un boxeador que recibió un golpe a la mandíbula Peñaron tambaleaba, no sabía si defenderse o ir a buscar una nueva ventaja. Central pasaba al ataque y se permitía soñar, pero Lovera se excedió en la gambeta, y cuando quiso pasar el cuarto hombre la perdió, salió una contra letal que terminó con un gol que sepultó las chances auriazules.
Para colmo de males, Russo había metido en la desesperación por ganarlo a Giaccone y Martínez Dupuy, los relevos no llegaron a tocar la pelota, y aquel dominio circunstancial se apagó con las salidas de Malcorra y Campaz, que se sin jugar un gran partido habían conectado en esos minutos de dominio.
Se cerró la historia, el elenco de Russo no pudo pasar de fase, era mucho menos que Mineiro y también del rival de esta noche, la peleó hasta el final, no pudo ser. Quizás la nueva competencia quede más a la altura del conjunto local, ya que no cuenta con el presupuesto ni la jerarquía de otros elencos de primera relevancia en el continente.
