El presidente Javier Milei aceptó este lunes el Premio del Instituto Liberal de la República Checa, que fue entregado en una ceremonia en el Palacio ofín de Praga. Durante un tramo de su disertación el mandatario saboreó otro galardón, el Premio Nobel de Economía.
"Con mi jefe de Asesores, el doctor Demian Reidel, estamos reescribiendo gran parte de la teoría económica para poder derivar optimalidad de Pareto tanto estática como intertemporal teniendo funciones de producción no convexas", sentenció Javier Milei de pie en el podio el Palacio ofín de Praga, República Checa.
"Es decir que si nos termina de salir bien probablemente me den el Premio Nobel de Economía junto a Demian, pero eso es parte de otra historia, porque corregiría este problema del conflicto...", estableció blandiendo una mano a la altura de su cara, bajo los reflectores, donde se autoeditó: "desaparecería el conflicto entre la fábrica de alfileres y la 'mano invisible'".
Además de soñar con el Premio Nobel, Javier Milei aseguró que la inflación y la falta de crecimiento económico son los “dos problemas muy claros” que arrastra el país pero que "tiene el potencial para crecer", esto es, después de ejecutar el ajuste fiscal "más grande de la historia de la humanidad" en los primeros seis meses de su gobierno.