Barracas Central eliminó a Rosario Central de la Copa Argentina al vencerlo por 1 a 0 en la cancha de Platense con gol de Jhonatan Candia, de tiro libre en el cierre de la primera etapa.
En la primera mitad, el elenco rosarino jugó a algo parecido al fútbol, dispuso de un par de ocasiones de gol, y podría decirse que jugó dignamente, algo que no sucedió en la segunda mitad, donde ni siquiera pateó al arco, a pesar de los cambios dispuestos por el DT, Miguel Russo.
El Bicho Campaz, mostró algún destello que aquel jugador del 2023, logró sacarse un par de hombres de encima, pero duró un suspiro. Pasados los primeros minutos tuvo una clarísima, ingresando por atrás, tras un centro de la derecha, pisando el área chica, la paró, apuntó y sin marca ni apuro alguno la tiró afuera. Más tarde tendría otra, metiendo una diagonal de derecha a izquierda, sacó el zurdazo que se fue a medio metro del palo derecho.
Marco Ruben logró imponerse en un cabezazo en el área, pero su violento disparo fue al medio del arco, donde el arquero logró desviar por encima del travesaño. Fue la última ocasión de Central en el partido, luego no disparó ni desde afuera del área.
Sobre el final del primer tiempo, El Guapo, que hasta ahí había sido prolijo, se animó y desnudó las flaquezas del fondo auriazul. Werner vio como desde tres cuartos de cancha la pelota se estrelló en su ángulo superior derecho y solo atinó a mirarla, y sin que Central pudiera despertarse el apremio, vino un tiro libre que Candia, si Candia, aquel que pasó sin Rosario sin conocer como sonaba una red la pasara sobre la barrera y pusiera el 1 a 0.
En el complemento ingresaron Lovera y Malcorra, luego Módica y Gómez, pero nada cambió, o si lo hizo fue para peor, porque nunca más lograron darse tres pases seguidos. De no ser por las ganas de Coronel, que batalló abajo y se proyectó con criterio cada vez que pudo, el resto no pasó del aplazo, no se salvó nadie, podría enumerarse uno por uno y todos jugaron de manera deficiente, con andar cansino, errando pases de tres metros, una reversión del semestre anterior, con un rendimiento pésimo, que deja mucha tela para cortar.
Pero no es tiempo para hacer leña del árbol caído. Central padece una amnesia futbolística dramática, nada queda de aquel equipo aguerrido que hasta se atrevió a gritar campeón, sin sobrarla nada es cierto, pero pudo alzarse de la mano de Miguel con un logro que le era esquivo desde hacía mucho tiempo.
Pero no se vive de recuerdos, el fútbol es hoy, nadie respeta los pergaminos, todos te quieren ganar y hoy Barracas lo hizo con un planteo sencillo, corriendo y metiendo en toda la cancha, tocando y yendo a buscar, generando espacios y aprovechándolos ante un Central anodino, apático, que pareció tener la cabeza en otro torneo.