El Sumo Pontífice reveló que en la reunión que mantuvo con víctimas de abuso, sintió «el sufrimiento» y dejó un mensaje contundente que recibió la ovación de los fieles: «No hay lugar para los abusos, ni para cubrir los abusos».
«Pensamos en lo que ocurre cuando los pequeños son escandalizados, heridos, maltratados por quienes deberían cuidarlos, en las heridas de dolor e impotencia en primer lugar en las víctimas, pero también en sus familias y en la comunidad», agregó Francisco.
Y siguió: «Con la mente y el corazón vuelvo a las historias de algunos de estos pequeños que conocí anteayer. Los escuché, sentí su sufrimiento como abusados y lo repito aquí: en la Iglesia hay lugar para todos, todos pero todos serán juzgados y no hay lugar para el abuso, no hay lugar para encubrir el abuso».
En esa línea, fue por más: «Pido a todos: ¡no encubran los abusos! Pido a los obispos: ¡no encubran los abusos! Condenen a los abusadores y ayúdenlos a curarse de esta enfermedad del abuso».