Nueve personas murieron y más de 2800, incluidos miembros del grupo terrorista libanés Hezbollah, médicos y el embajador iraní en Líbano, Mojtaba Amani, resultaron gravemente heridas el martes cuando los pagers (bípers) que utilizaban para comunicarse explotaron, en un ataque que el Líbano atribuye a Israel.
Las explosiones ocurrieron en múltiples ubicaciones del Líbano y Siria, y generaron pánico y caos mientras las autoridades locales y hospitales luchaban por atender a los heridos y solicitaban donaciones de sangre, en lo que se considera la mayor falla de seguridad contra el grupo en casi un año de conflicto con Israel.
Según el Ministerio de Salud del Líbano, nueve personas, entre ellas una niña, murieron en las explosiones y 2800 resultaron heridas, 200 de ellas están en estado crítico, en Líbano y Siria.