El oficialismo disuadió a un grupo de diputados opositores para que se ausenten en la sesión que se aprestaba para reformar la ley de DNU. Se postergó para el 21 de noviembre. La oposición anticipaba una cuenta favorable por la suma de al menos cuatro bloques: Encuentro Federal, Frente de Izquierda, Unión por la Patria y Democracia para siempre (radicales disidentes).
Con presencia total, llegaban a 132 votos (cuatro más que el quórum) y tenía números para la media sanción. Sin embargo, entre peronistas y radicales sumaron una decena de bajas y, ante esa advertencia, sus compañeros de bancada solicitaron una nueva sesión para la próxima semana para evitar exponer a los ausentes.
El triunfo del oficialismo no sólo fue importante por su demostración de capacidad política al hacer de cambiar de postura a legisladores opositores, sino también porque evitó que las bancadas consigan reformar una ley que impactaba directamente en la modalidad de acción del Gobierno