«La gente quiere elegir, y el taxi tiene que ser una opción que valga la pena», afirmó Schmuck, quien recordó que la ordenanza aprobada en agosto en el Palacio Vasallo permite descuentos y convenios bancarios, pero «no se usaron como los rosarinos esperaban».
Advirtió que «no podemos pedirle a los rosarinos que esperen 20 minutos un taxi cuando tienen una opción que llega en cinco y con un precio menor». Finalmente, sostuvo que "la clave no es prohibir, sino mejorar el servicio".