Desde las 7 de esta mañana, cuando la Basílica de Santa María la Mayor abrió sus puertas, continúa un flujo ininterrumpido de fieles que quieren rezar ante la tumba del Papa Francisco.
Había cientos de personas esperando ya al amanecer, antes de la apertura, y ahora la cola ha crecido debido a las miles y miles de personas que han llegado. En la iglesia, las misas dominicales comenzaban a las 7 de la mañana pero en las capillas laterales.
Cuando la basílica estuvo preparada para la misa de las 10 en el altar central, se invitó a los fieles presentes a proceder de manera ordenada, y por tanto a abandonar la iglesia después de visitar el sepulcro, si habían venido sólo para esto, o a sentarse si también querían participar en la misa.
El flujo hacia la tumba continúa en todo caso, en conjunción con las celebraciones.