La obra conecta testimonios de jóvenes y docentes que enfrentan la violencia cotidiana en barrios afectados por el narcotráfico.
Según Marostica, el libro busca visibilizar una realidad que gran parte de la sociedad prefiere ignorar, y rendir homenaje a quienes luchan por cambiarla con valentía y compromiso.
"Yo quiero ser sicario, una escuela sitiada por los narcos" relata cómo la muerte de un jefe narco desata una guerra territorial que impacta en la vida de una escuela.
Los protagonistas, docentes y alumnos, intentan resistir la violencia creciente que amenaza con desbordarlo todo.
Para Marostica, la novela es también una reflexión sobre la necesidad de apoyarse en el otro para enfrentar el dolor social y reconstruir la esperanza.
“Contar estas historias es también una forma de tender una mano y creer que es posible ayudar y transformar”, sostuvo.