El fotoperiodista de 35 años sufrió graves heridas en su cabeza, consecuencia del disparo directo que recibió por parte de un efectivo de Prefectura que investigaciones periodísticas lograron identificar.
Ese día, Grillo registraba la habitual y desproporcionada represión de las fuerzas de seguridad a la manifestación de jubilados.
"No fue a hacerse ningún estudio ni chequeo, salió a disfrutar un poco de aire fresco y recorrer los balcones del Hospital Ramos Mejía. La alegría es total. El agradecimiento es eterno. Vamos Pablo que cada vez falta menos", expresa una publicación del sitio "Justicia por Pablo Grillo" en las redes.