El Ministerio de Economía logró este miércoles colocar un bono suscribible en dólares sólo para inversores externos por un total de u$s1.000 millones. Se trata de la primera emisión de este tipo en siete años, que aún siendo de legislación argentina, constituyó un testeo con vistas a un retorno a los mercados globales.
De acuerdo con lo informado por el Palacio de Hacienda, el bono registró una buena demanda al recibir propuestas por u$s1.694 millones de 146 inversores, de manera que hubo que prorratear la emisión.
Aunque en cierto sentido la emisión marca una vuelta de Argentina a emisiones internacionales, el tipo de tasa de interés que tuvo que pagar de casi el 30% en pesos marca todavía un alto grado de incertidumbre del mercado. El ministro Caputo se había mostrado sumamente ofendido esta sermana cuando un periodista le preguntó su pensaba traer las divisas que tiene depositadas en paraísos fiscales ingleses, y que fueron declarados en su declaración jurada.
En cambio, por el lado de las cuentas públicas, el Gobierno logró sumar unos u$s1.000 millones que van a servir para aproximar el número de las reservas internacionales del BCRA con el previsto en el acuerdo con el FMI, aunque estas se suponía que el Gobierno tendría que haberlas comprado en el mercado de cambios en vez de pedirlas prestadas.