La decisión responde, según el comunicado, al "marcado deterioro del capital de trabajo" y se enmarca en una de las crisis más severas de la historia de la empresa.
La histórica papelera, con más de 100 años de trayectoria y controlada por Tapebicuá Investment Company, ligada a José Urtubey, Juan Collado y el inversor estadounidense Douglas Albrecht, arrastra meses de fuertes desequilibrios operativos y financieros.
En mayo cayó en default, en junio presentó una propuesta de reestructuración de deuda por u$s128 millones que todavía no logró cerrar, y en julio fue demandada por quiebra por uno de sus principales acreedores.
El deterioro de Celulosa comenzó a acelerarse en abril, cuando contrató a la consultora VALO Columbus para diseñar un plan de reestructuración. Pocos días después, comunicó que no podría afrontar los vencimientos de mayo en cheques y obligaciones negociables.
Entre abril y junio acumulaba compromisos financieros por u$s25 millones, con más del 56% de su deuda en el corto plazo y balances en rojo.