Moreno irrumpió en la asamblea de accionistas de Papel Prensa del 12 de agosto de 2010 con guantes de boxeo y un casco de sparring, exigiéndole a los gerentes en nombre del Estado que defendieran la postura estatal y forzó la suspensión de la votación.
Fue condenado por amenazas coactivas, fallo que fue confirmado en 2023 por la Sala I de la Cámara de Casación Penal y, ahora, por el máximo tribunal, que lo declaró “inadmisible” en aplicación del artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial.

