La entrevista concedida fue precedida de una intensa polémica en los medios y las redes sociales, a raíz de las duras críticas que la titular de Madres había formulado contra el entonces cardenal Jorge Bergoglio y, más tarde, por la actitud conciliadora que evidenció cuando el santo padre fue ungido en la Santa Sede.
Tras aceptar públicamente que se había "equivocado" en sus cuestionamientos a Bergoglio, a quien llegó a considerar "cómplice" de la dictadura argentina, la dirigente guardó en los últimos días hermetismo sobre la conversación que mantendría con el Papa.