Además, ese mismo núcleo familiar requirió de $5.175,92 para acceder a la Canasta Básica Alimentaria, es decir, la cantidad mínima de alimentos, para no caer debajo de la línea de indigencia.
Con estas cifras, y su comparación con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Indec difundirá los resultados de la incidencia de Pobreza e Indigencia en hogares y personas para el total de aglomerados urbanos, correspondientes al primer semestre de 2013.
La difusión de estos datos, y su correlato ahora con los índices de Pobreza e Indigencia, se habían interrumpido a mediados del 2013 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. A mediados del 2013, las estadísticas correspondientes al primer trimestre de ese año señalaban que solo el 4,7% de los argentinos era considerado pobre, y entre ellos, el 1,4% era indigente.