![]() |
El anuncio de la actualización porcentual de las retenciones agropecuarias, que estaban fijas, a un valor de $4, devaluado al ciento por ciento en la era Macri, habla a las claras de un cambio de rumbo al lado hacia donde se dirigen las políticas del nuevo Gobierno, que a pesar del ingrato recuerdo de la 125, insiste en "tocar" a un sector de alto poder de fuego y está decidido a afrontar las consecuencias.
En los próximos días se anunciarán beneficios a los jubilados, con sumas fijas, llevando la mínima a casi $17 mil pesos, remedios gratis a los de menores recuros, aumento de salarios mínimos más bajos, incrementos de la Asignación Universal por Hijo, y la implementación de una Tarjeta Alimentaria. Además se contemplará la estafa a la que fueron sometidos los tomadores de créditos UVA. Se lanzará una línea de crédito a baja tasa para cancelación de créditos tomados a tasas usurarias y créditos para favorecer a la Pymes.
Se fijará un "dólar turista", que remarcará el valor de la moneda norteamericana a quienes gasten afuera del país, en el convencimiento que quien puede puede viajar al exterior está en condiciones de pagarlo. También se ampliará el monto de Bienes Personales, para aquellos que tengan cifras por encima de los treinta millones de pesos. En materia no económica se repuso la vigencia del protocolo ILE.
A priori, parece demasiado ambicioso, sobre todo teniendo en cuenta el rojo fiscal con el que asumió el nuevo Gobierno y la deuda pública que tarde o temprano, dependerá de su habilidad en la negociación deberá afrontar con compromisos internacionales de deuda.
Son títulos por ahora, que hablan a las claras de un cambio de rumbo en favor de los que menos tienen, pero habrá que ver hasta donde se los deja llegar. La justicia distributiva choca irremediablemente con los poderosos, los dueños del capital y de la tierra que ponen reparos, se organizan, movilizan y confrontan, decididos a relegar sus privilegios de clase.
No será fácil, si bien Fernández cuenta con apoyo de la gente que lo votó, mayoría parlamentaria, y el beneficio de cierta inmunidad de un recién llegado, el ritmo que le impuso a su Gobierno puede traerle algún conflicto temprano, demasiado incipiente para un comienzo a todo ritmo, plagado de gestos optimistas, quizás demasiado. Alberto aceleró a fondo, sin titubeos, en el rumbo elegido, y sin temor alguno, el poder no es para tibios, le sobra coraje, habrá que ver hasta donde lo dejan llegar.

