"Yo no quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de los laboratorios extranjeros que con muchísima mezquindad buscan siempre doblarle el brazo al gobierno y también a este Congreso", sostuvo Máximo.
Y dejó claro que se trataba de un mensaje a las negociaciones que Alberto lleva adelante con los laboratorios estadounidenses después de cambiar la ley de vacunas, con un decreto que sorprendió a los diputados mientras sesionaban el jueves pasado.
Ibarra admitió que puso las regalías como garantías de Pfizer y prometió no afectar a las provincias.
"Yo no quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de los laboratorios extranjeros que con muchísima mezquindad buscan siempre doblarle el brazo al gobierno y también a este Congreso, que votó una ley de vacunas como la que votó y no hubo ni un laboratorio europeo, ni asiático que pusiera ningún pero a la hora de poder negociar con la Argentina".
Máximo repudió se lamentó de "haber llegado al punto de que una revista extranjera validara una vacuna. Habla de la falta de autoestima que tenemos como país" y hasta confesó que le reprochó a la vicepresidenta haber tuiteado una frase del presidente de Estado Unidos sobre la necesidad de sostener el poder adquisitivo.