El oficialismo municipal buscará alcanzar los consensos necesarios para finalmente, tras cinco meses de debate en comisiones, hacer llegar el proyecto del Código de Convivencia municipal al recinto de sesiones y convertirlo en ordenanza el próximo jueves. De todas forma, aún existen dudas y diferencias entre los ediles.
La iniciativa fue presentada en el Palacio Vasallo en abril de este año y fue tratada por una comisión especial que se conformó por representantes de todos los espacios políticos. Después de un extenso debate y a días de su tratamiento, aún no hay un borrador definido por falta de acuerdo en algunos puntos.
“Aspiramos a que sea aprobado por unanimidad.
Las observaciones y aportes que tuvimos por parte de los concejales no son sustanciales en cuanto a lo que fue la propuesta original del ejecutivo”, destacó el concejal Fabricio Fiatti, del oficialismo.
“Será una herramienta de gestión de conflictos que se dan en espacio público. Lo que se hace es sentar nada menos que las bases de cuáles son las reglas de convivencia, las conductas que necesitamos que no se repitan y cuáles merecen una sanción”, amplió.
En espacios opositores algunas de las diferencias surgen en torno a la forma en la que se juzgarán las infracciones y la designación de los jueces y las nuevas figuras que se crearían con este Código de Convivencia.
