El gobierno de Omar Perotti metió ayer más presión política en las paritarias del sector público al “efectivizar” el descuento a los docentes de los diez días de paros del mes de agosto en los sueldos de septiembre que, si se concreta, significaría en la práctica un recorte muy significativo de los salarios.
“Un acto de coerción”, lo calificó Amsafé al denunciar que el hecho vulnera “los fundamentos de la paritaria” y “avasalla el derecho constitucional a huelga”.
Y le reclamó al gobernador que ordene de inmediato “dar marcha atrás con la medida” que en la reunión del martes pasado –con el ministro de Trabajo Juan Manuel Pusineri y su colega de Educación Adriana Cantero-, los dirigentes del gremio calificaron como un “método extorsivo”.
El descuento compulsivo “de los días no trabajados” –como los llama la Casa Gris- escaló el malestar en los trabajadores de la educación, a sólo 48 horas de que se reanuden las mesas paritarias: el lunes con Amsafé, Sadop y otros sindicatos docentes y el martes 13 con los gremios estatales UPCN y ATE, que se había suspendido el jueves pasado.
Se supone que sí, pero no hubo confirmación oficial sobre si también se efectivizó sobre el resto de los trabajadores de otras áreas que también hicieron huelgas.
