Al finalizar la Cumbre del Mercosur en Montevideo, que se dio en un contexto de tensiones entre los países miembros, se votó un documento final. Lo firmaron Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia (como país invitado) pero no Uruguay, que fue criticado en el organismo por intentar adherirse al Acuerdo Transpacífico.
En el texto, se destacó la meta de “trabajar en la consolidación y el perfeccionamiento de la unión aduanera” del bloque y admitieron la necesidad de “establecer mecanismos a nivel que permitan solucionar, con carácter definitivo, los obstáculos que afectan el comercio entre los Estados partes”.
También se hizo énfasis en avanzar con la adhesión de Bolivia al bloque.
Además, también celebra “compromiso de continuar trabajando de manera conjunta” para afrontar los efectos de la pandemia de Covid-19 y expresa la “preocupación” del bloque por las consecuencias del conflicto en Ucrania, “lamentando especialmente las humanitarias, así como los impactos negativos en los mercados internacionales de alimentos, energía e insumos de producción”.
El documento también repasa la situación de varias cuestiones que están en discusión dentro del bloque: el arancel externo común, la revisión del régimen de origen, los servicios y los sectores automotor –con énfasis en “el objetivo de la implementación de una Política Automotriz del Mercosur”- y azucarero -con atención a la búsqueda de “alternativas para promover su mejor aprovechamiento y facilitar el acceso a mercados extraregionales”.
