Tras una investigación para establecer si Cositorto realizó en forma indebida “captación de ahorro público y asesoramiento en materia de mercado de capitales” la CNV consideró que tanto él como las dos empresas que utilizó para su accionar en ningún momento operaron con bonos, acciones u otros valores negociables, por lo que el organismo carece de competencia para aplicar alguna sanción.
Para la CNV tampoco hubo oferta de asesoramiento de manera irregular, ya que todo el accionar delictivo de Cositorto se hizo utilizando depósitos de dinero y criptomonedas. Reconocen que Cositorto mintió al decir que era dueño de una Alyc y que tenía habilitación de la CNV para operar, pero como no concretó ninguna operación con valores negociables, no le corresponde ninguna penalidad.
“No nos cae bien Cositorto, pero no podemos sancionarlo por algo que no hizo”, concluyó la entidad.
La resolución final de la CNV determinó la absolución, al considerar que no se encontraron pruebas suficientes para confirmar las infracciones imputadas.
La decisión fue tomada a pesar de lo emblemático del caso, de la abundancia de testimonios de personas damnificadas y de la ola de aspirantes a traders que ofrece cursos y consejos en las redes sociales que derivan en esquemas Ponzi. La CNV no parece tener en marcha ninguna medida preventiva en ese sentido.